Aunque yo me detenga, el mundo sigue cambiando | Seibetsu “Mona Lisa” no Kimi e

Ser hombre o ser mujer presenta unas diferencias muy claras en el mundo en el que vivimos, pero, más que por la anatomía, las notamos en los comportamientos o acciones. La sociedad nos impone unos roles de géneros desde que somos pequeños y debemos aprender a vivir con ellos, pero ¿y si nacemos sin sexo y en la pubertad podemos elegir qué queremos ser?

De esto trata Seibetsu “Mona Lisa” no Kimi e. Todos los niños crecen siendo iguales en todo y luego, cuando van entrando en la pubertad, son libres de elegir lo que desean ser. A muchas personas les pasa que nacen con un sexo diferente a cómo se sienten, así que sería algo verdaderamente conveniente, pues pueden ahorrarse a los tránsfobos y a vivir con un cuerpo con el que no se sienten cómodos. Aun así, como todo, no solo presenta ventajas.



El manga es protagonizado por Hinase, una persona que ha llegado a los 18 años sin pertenecer a ningún sexo, y por sus dos amigos de la infancia: Ritsu y Shiori, una chica y un chico, respectivamente. La trama principal se presenta bastante insulsa al principio, sin nada sorprendente o aplaudible, porque resulta que los dos amigos se confiesan el mismo día, diciéndole cada uno: “yo te haré hombre/mujer”. Y con eso parece un triángulo amoroso de lo más típico, teniendo como única diferencia que está en el aire el género de una persona.


Estuve a punto de dejar el manga pronto debido a esto, no nos vamos a mentir, pero, al avanzar, me sorprendió ver que se veían problemáticas mucho más profundas y, hasta cierto punto, realistas. Hinase es una persona que no logra identificarse con nada, es el único sin sexo en un mundo en el que está rodeado por hombres y mujeres, habiendo incluso visto cómo sus amigos más cercanos iban cambiando, creciendo y madurando. El horror de Hinase al ver que el mundo sigue avanzando mientras él solo está estancado añorando el pasado es sencillamente digno de ver.


Los coprotagonistas también empiezan a tener más valor una vez que se dan cuenta de que no están respetando los deseos de Hinase, ya que a él le asustaba demasiado el hecho de cambiar y, a diferencia de ellos, no podía sentir el mismo tipo de amor, o eso decían. Sus reflexiones individuales sobre lo que harían si Hinase cambiara también están bastante bien conseguidas, sobre todo porque intervienen otros secundarios que, apoyándolos o teniendo una opinión distinta, aportan al crecimiento de estos coprotagonistas.



Ahora consideremos los temas que toca esta obra, como por ejemplo: ¿cuáles son los criterios de elección del sexo? Hay algunas personas más directas que saben claramente qué desean o inconscientemente tienen una preferencia y su cuerpo se encarga de cambiar en base a eso, pero ¿y los demás? Aquí entran los roles de géneros. En el manga se muestran algunos niños que sabían qué querían hacer cuando fuesen mayores, por lo que la sociedad los instaba a elegir su sexo a partir de su futuro laboral.


Pongamos el caso de uno de los tres personajes mencionados hasta ahora, Shiori; este chico quería ser médico como su hermano mayor, por lo que, según la sociedad, debía ser un hombre. Al final sí elige ser hombre, pero sufrió debido a lo que la gente esperaba de él por ser varón. Su pasatiempo siempre fue dibujar, quería ser médico, pero disfrutaba también dibujando; no obstante, el dibujo en su sociedad se relaciona más con las mujeres, lo que provoca que, al elegir ser hombre, sus padres le regañaran por dibujar y en la escuela se burlaran de él. Hacía lo de siempre, la única diferencia era que ahora era un hombre y, como tal, tenía unos estándares que debía respetar impuestos por esta sociedad y sus roles de género.


También hay otros casos, como el ser del sexo contario de la persona que te gusta. Al fin y al cabo, la sociedad (aún más en la japonesa que es tan cerrada) considera ‘normal’ las relaciones heterosexuales y debemos seguir estas reglas implícitas. Para ejemplificar esto, quisiera hablar de una antigua amiga de otro de los personajes principales, Ritsu. Siendo infantes, Ritsu siempre destacaba en el deporte, por lo que inicialmente, según lo establecido por los roles de género, se esperaba que ella se convirtiese en hombre; aun así, ella prefirió ser mujer. Esta amiga sentía atracción por Ritsu, así que, aunque se separaron en la edad en la que elegían su sexo, ella realmente pensaba que Ritsu sería hombre, por lo que, basándose en ese criterio, decidió ser mujer.


Esta cuestión sobre Ritsu es algo verdaderamente muy interesante de considerar. Teniendo en cuenta que lo “lindo” se asocia a las chicas y lo “genial”, a los chicos, Ritsu estaba entre ambas cosas. Es decir, el ser buena en los deportes le hace ver como alguien genial, pero a ella le gustaban las cosas lindas; esto más que nada es un choque entre lo que la gente pensaba de ella y lo que ella misma quería. La sociedad intentó moldear a Ritsu como chico por su capacidad física, intentando imponerle los gustos que podríamos considerar (rol de género, cof cof) que son de varones. La gracia aquí viene cuando ella se da cuenta de que está haciendo lo mismo con Hinase; lo que le hizo sufrir a ella en el pasado se lo estaba transmitiendo a la persona que le gustaba. Aunque bastante hipócrita por su parte, aún ella no se había planteado lo que era realmente el cambio para Hinase, por lo que llevaba una actitud bastante egoísta. Aun así, al final pudo darse cuenta del significado de lo que estaba haciendo e intentó tener más en cuenta la propia opinión de Hinase. La evolución de sus pensamientos hasta llegar ahí fue algo verdaderamente cautivadora por lo realista que se presenta, viendo cómo una persona se da cuenta de que está actuando de una forma que le hace daño a otra.



Ahora bien, sobre la cuestión de elegir tu género según el de la persona que te gusta: ¿qué pasaría si te gusta un chico pero tú… no quieres ser una chica? Ese es el caso del que probablemente es mi personaje favorito, Shirogane. El drama que presenta este personaje aún se está explorando en el manga, pero aun así, conociendo solamente las primeras reflexiones suyas y la charla de Shirogane con Shiori, puedo decir que el tratamiento que se le da es muy de mi agrado. Lo bonito de este personaje es que se ajusta al “muestra, no lo digas”, ya que, inicialmente, nunca expresa ni al lector ni a los otros personajes sus sentimientos por su mejor amigo, pero incluso así no tardas en darte cuenta. En cierto punto me recordó mucho a Ao no Flag, mi manga favorito, donde las expresiones de un chico en tres viñetas contaban más de lo que podrían haber mostrado la página entera llena de texto.


Bueno, que me voy un poco del tema, ¿adónde quiero llegar con esto? A ningún sitio realmente, solo quisiera divagar un poco entre los sentimientos y los pensamientos de Shirogane y Shiori, comparándolos con la perspectiva de las amigas de Ritsu. Es bastante doloroso darte cuenta de que debes ajustarte a lo que la sociedad espera de ti, más aún si esa sociedad te permite elegir, pero, después de esa elección, se vuelve totalmente inflexible. Has elegido ser hombre, ¿por qué desarrollas sentimientos románticos por otro hombre? Aquel capítulo que protagoniza es realmente interesante, ya que plantea esta cuestión de una forma digna de ver, conociéndose a sí mismo, valorando lo que sentía y, desesperado, intentando encontrar el error en lo que le pasaba.


Shirogane se crió en un ambiente donde solo había mujeres, por lo que, a pesar de no tener aún sexo, su primer referente masculino fue Kurokawa, aquel que le instó a convertirse en hombre para seguir jugando juntos. Sin darse cuenta, sus sentimientos fueron yendo cada vez más allá, hasta el punto de alegrarse por el rechazo de una chica a su amigo o a sentirse mal por estar alejándose de la ‘forma’ que le gusta. Aquel sueño que tiene donde él es una chica muestra que él está bien siendo un hombre, nunca pensó que quería ser mujer y aquel cuerpo le hacía sentir incómodo. Es entonces cuando, de forma muy expresiva, piensa y se pregunta cuál fue su error, por qué había algo que no estaba yendo bien y, básicamente, se lamentaba por no poder conseguir aquello que quería por cómo se dio la situación.



Honestamente me da mucha pena que sufra esto, como mismo me pasaba con Koimonogatari, otro manga del que me enamoré. Debo decir que mi gusto por este personaje se debe principalmente a cómo reflexiona sobre su situación, cómo fue capaz de ‘guiar’ con estas a Shiori y a Hinase, y a su paralelismo con Hinase con aquella frase de “Aunque yo me detenga, el mundo sigue cambiando”, siendo el caso de Shirogane por hecho de que prefería mantener su relación de amistad con Kurokawa como siempre, pero este dejó a lado esa amistad por su novia.


Sobre eso, Kurokawa cae mal. Podrá llamarse Chiaki y podrán gustarle los superhéroes (Enstars reference), pero no merece al puro y hermoso Shirogane; se le queda grande en más de un sentido fhalshfal.


Ahora, en comparación a la situación de Shirogane de que, a pesar de todo, no podía olvidar sus sentimientos por Kurokawa, tenemos aquella conversación entre Ritsu y sus amigas. Cuando plantearon esta cuestión, manejaron otra perspectiva que también es muy válida. Tamaki comentó que si de repente su novio se convirtiese en una chica, no seguiría saliendo con ella. Ella sostenía que le gustaba como estaba ahora, pero que si cambiaba no sería lo mismo. Está muy bien decir que amas a una persona por quién es sin importar qué sea, pero ¿y si ese cambio físico supone algún cambio más en la persona? Podremos decir quizás que la chica es una superficial, pero, al fin y al cabo, no es la persona la que controla sus sentimientos a su voluntad, por eso mismo, esta intervención me parece de lo mejor que he leído en general por todo el significado que carga:


Está bien que un romance desaparezca,

y también hay romances que nunca desaparecerán.


Es realmente interesante la inclusión de perspectivas diferentes, y lo bueno es que no se presenta ninguna como mala: todas son igual de aceptables. Además, me parece especialmente atrayente que la mayoría de esto se exprese en diálogos casuales entre amigos, viendo qué piensa cada uno e intentando ayudar a aquellos que están perdidos.


Hay muchos otros puntos de los que podría hablar, pero no quiero alargarme demasiado, así que lo último de lo que hablaré será del ‘arte’, entrecomillado porque no comentaré sobre el dibujo en sí, sino de una característica más propia de la obra. Seibetsu, a diferencia de la gran mayoría de mangas, a veces presenta un color azul (¿turquesa?) cargado de simbolismo. El uso de ese color es una exquisitez visual desde mi opinión, siempre aparece en los momentos claves de la historia, ya sea coloreando algo o como si lo hubieran salpicado en la hoja. Los ojos de Hinase, por ejemplo, siempre están de ese color, lo que representa que él es diferente al resto. Otras veces, el azul se presenta para destacar algo, como las partes del cuerpo de Hinase que tocaron Shiori y Ritsu, dejando ver cuánto significa para él esos toques tan inofensivos para cualquier otra persona. También está en momentos delicados, como en la segunda confesión de Ritsu durante el festival, hasta los fuegos artificiales fueron coloreados de azul, lo que muestra lo importante que es esa escena por la de sentimientos que carga: el dolor de ambos, el horror de Hinase al darse cuenta de que ya nada será como aquellos momentos que él añoraba… En pocas palabras, destaca visualmente aquello que es importante, ofreciendo así un manga muy atrayente y característico por su visual. Me cuesta hablar de esto, pero hacedme caso cuando os digo que es sencillamente maravilloso; no hay más que echarle un vistazo para darse cuenta.


En fin, acabando ahora sí: Seibetsu de primeras no parecía tener un desarrollo que valiese la pena, pero pudo sorprenderme totalmente al mostrar las reflexiones sobre diversos temas y las evoluciones de sus personajes, siendo siempre realistas y haciendo notar lo más humano de cada uno. Presenta distintas perspectivas, algunas contrarias, y sabe hacer unos paralelismos muy interesantes a la par de cargar escenas y colores de un gran simbolismo. A pesar de llevar apenas unos 31 capítulos y seguir en emisión, puedo decir que este manga es uno de mis favoritos por todo lo que logra transmitir.


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