El ego de un delantero | Blue Lock

En general, el spokon no es un género que llame mucho mi atención, aunque sí es cierto que he leído el manga de Kuroko no Basket, pero fuera de eso, entre poco y nada más. Además, para más risas, el fútbol es uno de los deportes que menos me han llegado a interesar, por eso me sorprendí a mí misma empezando a leer un manga spokon de fútbol. Este manga es Blue Lock, de manos de Kaneshiro Muneyuki como autor y Nomura Yuusuke como dibujante, que se encuentra en emisión y parece que este año le sacarán una adaptación animada. Actualmente llevo unos 30 capítulos leídos y, para mayor asombro, me está gustando mucho más de lo que podría haber pensado en un primer momento y por eso heme aquí en unas primeras impresiones.

He de ser sincera, ni yo misma sé por qué empecé el manga. Como bien dije antes, no tengo especial interés por los spokon ni por el fútbol, simplemente se dio la casualidad de que encontré el manga en Tumangaonline y empecé a leerlo porque patata. Ahora mismo es una decisión de la que me siento orgullosa y paso a explicar el motivo.



Lo primero, Blue Lock tiene una premisa no muy coherente, pero cuanto menos es entretenida. Trata de un proyecto con el mismo nombre cuyo objetivo es crear a un delantero capaz de hacer ganar la Copa del Mundo a Japón. Para ello, seleccionan a 300 delanteros, aún estudiantes de secundaria, y los mantienen en un edificio en el que se irán desarrollando y enfrentándose todos con todos para lograr ser el mejor y no ser expulsados, pues si pierden, su futuro futbolístico acabará.


Lo más interesante del manga no es este objetivo, sino que los personajes deben ir avanzando a pasos rápidos para no ser sacados del proyecto, lo cual hace que la historia tenga un ritmo bastante ligero, avanzando y ofreciendo cosas nuevas a cada momento y, como resultado, se vuelve muy atrapante.


Desde el principio te informa de que no es lo típico de ser todos amiguis, avanzar juntos y que el trabajo en equipo es lo más importante, sino que presenta una ideología que fomenta el egoísmo de los jugadores, que el resto del equipo solo existe para hacer brillar al delantero y que los goles son lo más importante. ¿Es un pensamiento común, que deba adoptarse, que sea moralmente correcto o que comparta? Pues no, pero es muy interesante seguir esa perspectiva distinta.



Lo que más me ha enamorado del manga es sin duda el maravilloso dibujo que tiene; un arte que es capaz de transmitirte una fuerza que deja hasta sin palabras. Y es que no podría cansarme de ver las páginas que componen este manga, cómo es capaz de transmitir la acción, lo expresivas y variadas que son las caras de los personajes, y esas posturas tan dinámicas. Además, usan unos simbolismos preciosos, así como cadenas o piezas de puzle, que la verdad es que me encantan. Y si hablamos del dibujo, debemos destacar lo que el protagonista llama “el olor del gol”, en ciertos momentos importantes, algo así que podría parecer como humo cubre a los personajes, pudiendo ver gráficamente que el dibujo te está gritando “se vienen cositas”.


Pasando ahora a hablar de los personajes, aquellos 300 chavales que entraron al proyecto están ordenados del 1 al 300, mostrando así quiénes son los más fuertes. Nuestro protagonista, Isagi, es el número 299, por lo que desde el principio están diciendo que van a usar la fórmula de “empiezo siendo de lo más débiles, pero me iré haciendo cada vez más fuerte al enfrentarme cada vez a rivales más fuertes”. ¿Fórmula muy repetida? Pues sí. ¿Funciona? Pues también, y de una forma maravillosa además, al menos hasta el momento por el que voy.


Estos 300 jugadores se reparten en equipos desde la A a la Z, siendo el equipo A el que tiene a los jugadores más fuertes y, por tanto, el equipo que toma protagonismo es el Z. Aquí nos presentan unos personajes muy variados, tanto en personalidad como en estilo de juego, unos caracterizados por la fuerza de su tiro, otros por sus dribles o sus saltos. La mayoría del tiempo los vemos entrenando, ideando estrategias o en partidos, y es aquí donde vamos a llegar a conocer a estos personajes principalmente, pues la acción es lo primordial en este manga, y la verdad es que me fascina que sea así, pues, como dije antes, es por estas cosas por lo que se vuelve tan atrapante.



Los personajes tienen que ir enfrentándose a nuevas cosas en cada momento, viéndose en la necesidad de seguir creciendo y avanzando sin parar, porque su futuro depende de su desempeño en el proyecto. Es por eso que acabo yo también con la necesidad de seguir leyendo, para poder ver a qué nuevos retos van a enfrentarse y cómo van a superar los obstáculos que en un inicio parecen imposibles.

Y es que lo que más me ha maravillado del manga es eso último: cómo logran salvar cada partido aunque pienses que es imposible y no van a poder hacerlo. Siempre presentan fórmulas distintas que sorprenden y el ritmo del partido va cambiando en un “empieza mal para los protagonistas, luego mejora, después va muy bien, prosigue yendo horrible y terminan ganando, perdiendo o empatando”. El desarrollo de los partidos acompañado de semejante dibujo hace que no pueda dejar de disfrutar esta obra en ningún momento.


Por último, quisiera hablar del tráiler que ha salido del anime, que acabo de descubrir en el preciso instante en el que escribo esto y necesito expresar qué pienso de él. Tiene una pinta increíble. Por supuesto la animación no parece que vaya a ser tan impresionante como la de Kimetsu no Yaiba por decir algo, pero si el anime va a ser igual que el tráiler, desde luego no va a decepcionar tampoco. En líneas generales, no va a ser la cosa más impresionante, pero de la calidad suficiente para poder disfrutarlo sin problemas. Quizás en algunas partes no vaya a ser capaz de transmitir tanta fuerza como consigue hacer el manga, pero no pienso que vaya a estar mal. Además, la música y ciertos detalles como el humo este del que hablaba antes que aquí se ve de colores distintos según el personaje, haciéndolo mucho más propio y caracterizándolos más, o la cámara lenta antes de realizar el tiro, me parecen espectaculares. Vamos, que voy a esperar la adaptación animada y me la voy a gozar de una manera increíble. Y Saito Souma trabaja ahí, me encuentro enamorada.



Concluyendo ya el escrito, Blue Lock es un manga que nunca hubiera comenzado teniéndolo previsto, pero me sorprende aún más la facilidad que tiene para desenvolverse, con un desarrollo de acontecimientos muy atractivo que no te deja aburrirte ni un segundo, y un dibujo tan bueno con unos paneles verdaderamente trabajados que no están solo en un momento puntual como un gol al final del partido, sino que que los puedes encontrar varias veces a lo largo de cada capítulo. En fin, me está gustando mucho y voy a seguirlo con ganas sin siquiera intentar pensar en cómo va a seguir avanzando, si se mantiene con ese ritmo no hace ni falta.

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