Un mundo en llamas

Actualmente las obras shounen son las más conocidas, todos sabemos eso. Desde los shounen de antaño como Dragon Ball, Naruto o One Piece, hasta otros más actuales como Boku no Hero Academia o Black Clover. No pasa desapercibido que tienen demasiados clichés, haciéndose muy repetitivos por su desarrollo, por los personajes y muchas otras cosas. Algunos encuentran algo con lo que destacar y otros no. A esta demografía se le podría hacer una amplia crítica; no obstante, este blog estará enfocado a un shounen de los actuales que logró llamar la atención al anunciarse su anime: Enen no Shoubutai, Fire Force para los amigos, especialmente en su primera temporada.


Atsushi Ohkubo, autor del manga de Fire Force, es conocido por su anterior obra, Soul Eater. Hace mucho tiempo que vi dicho anime, así que no puedo recordar gran cosa aparte de que me gustó, aunque el inicio se me hizo algo pesado. Pensándolo bien, casi todos los shounen tienen este problema de lentitud al inicio. De todas formas, con todo esto en mente, esperaba cosas de Fire Force, mínimo que fuera disfrutable, pero… sí y no.


Fire Force es un anime shounen, de acción y sobrenatural, a cargo del estudio David Productions y que cuenta con un staff bastante interesante que, de primeras, da la sensación de que será un goce visual. Además, con su primer capítulo demuestran la magnífica animación que pueden ofrecer, también mostrando que será interesante seguir el anime con su atmósfera cyberpunk llena de misterios sobre personas que arden aparentemente porque sí.


Ofrece una premisa muy interesante, bastante original. Al igual que con Soul Eater, Atsushi pensó para crear algo que, de base inicial, puede llegar a ser bastante innovador a la par de interesante. ¿Alguna vez habéis visto un anime donde la gente se prenda en llamas en un día tan normal como cualquier otro y que bomberos con poderes de fuego luchen contra las llamas? Yo por lo menos no, nada parecido.


Punto a destacar es que todo gira en torno al fuego, y la animación se encarga de hacer algo genial con él, con un movimiento tan llamativo, tan fluido y que nunca se hace repetitivo. Como shonen de peleas que es, tiene una animación muy elaborada en estas, más que cualquier otro estándar, diría yo, y es que la animación es una de las cosas más aplaudibles de Fire Force. En general, todo el apartado técnico de este anime tiene un aporte positivo. En los momentos de acción es sobre todo cuando salen a relucir, por su banda sonora que sabe estar acorde en cada momento, la animación tan fluida de cada movimiento, los efectos de sonidos en general (enamorada del sonido de la velocidad de Shinra) y el gran trabajo que hacen los seiyuus, por saber ajustar su voz a lo que el momento implica, haciendo notar bien los sentimientos y estados que deben estar experimentando los personajes, desde la alegría a la tristeza, pasando por el cansancio, la preocupación, la sorpresa y otras tantas cosas más. Destaquemos también cuando brillan sus ojos, se hace muy atractivo a la vista.


En todo su conjunto, logran crear escenas de acción muy disfrutables. Fuera de la acción la animación decae un poco, no es nada problemático y es comprensible que no puedan mantener ese nivelazo todo el rato; la banda sonora me resulta curiosa porque me recuerda a los tracks de videojuegos, como si pudieran añadirse perfectamente al OST de algún juego de The Legend of Zelda o Final Fantasy, no sé, se me hace muy agradable y no está fuera de onda, está bastante bien.


A pesar de una premisa y un primer episodio bastante atractivos, los primeros problemas no tardan en aflorar. A partir del segundo, todo toma un ritmo más lento y pesado, rellenándose con pura charla no tan necesaria, comedia barata y fanservice, demasiado fanservice. El segundo episodio se salva un poco por la introducción de Arthur, que luego dará paso a la ya tan cliché rivalidad entre compañeros, pero, en este caso, no aportará nada de evolución a los personajes, solo más de esa comedia repetitiva; y por la aparición de un personaje envuelto en misterio, Joker. Más o menos lo que hacen es introducirte un par de cositas interesante, ya sea por personajes o más revelaciones sobre el mundo en el que viven, pero mayormente se alejan mucho de la acción principal. Por supuesto tiene que haber cierta tranquilidad a veces, pero mejor si dedicas esos momentos a algo diferente a, perdonen tanta repetición pero es que es lo único que hacen, la comedia chapucera y el fanservice sin sentido. En otras ocasiones en las que aparece algo interesante y vuelve la acción, lo echan todo a perder por los niveles de poder. Hay un infernal que mantiene la cordura y literalmente no tuvo nada que hacer contra Shinra; peor con Hibana, que te la pintan como una capitana superfuerte -y le estaba dando tremenda paliza a Shinra-, pero de un puñetazo la vence.


Prosiguiendo con la cuestión del fanservice, es una de las cosas que más perjudican al anime, o sea, el humor japonés es como es y todo eso, pero por favor, déjalo para la comedia; ¿qué necesidad hay de desnudar o manosear chicas en situaciones serias? Y es que mientras más tiempo pasa, más estúpido e irracional se vuelve; Tamaki respira y se le cae toda la ropa. ¿Podemos comentar también sobre esa cuestión de los últimos capítulos en la que Tamaki derrota a un tipo porque él la manosea? Ese fanservice que te gana peleas y solo te demuestra lo inútil que es el personaje de Tamaki, un desperdicio viendo que ella cuenta con una habilidad bastante interesante que podría ser mucho mejor si la exploraran debidamente.


Y no todo acaba aquí, aparte de esos problemas respecto a su ritmo y al fanservice presente en todo momento que me incomoda más que ver la escena erótica de una película con mis padres, también vemos que sus personajes no ayudan a hacer de este anime algo más destacable, pues no consiguen aportar nada innovador al medio. Shinra, Arthur, Maki y la gran mayoría de personajes no son más que los clichés más típicos de un shounen. Shinra, el protagonista, un chico con un pasado trágico que quiere salvar a todo el mundo; Arthur, el que acaba siendo el rival del protagonista, aunque en este caso es como mínimo muy tonto… Y así podría seguir, destacando únicamente al capitán de la octava, Oubi, quien llegó ahí a pesar de no tener ningún poder como los demás, enfrentándose al terror de las llamas y entrenando más que cualquier otro para ser capaz de cumplir con su trabajo. Es gracioso porque Oubi se identifica con la premisa de un protagonista de shounen al inicio, que luego resultará que tiene un poder magnífico y podrá con todos; aunque en este caso no será así, y lo sé porque no es el protagonista.


Y es que no voy a mentir, a pesar de todo, estas personalidades tan comunes y que no ofrecen nada nuevo funcionan, y es por eso que se siguen usando una y otra vez hasta el cansancio. Estas personalidades ofrecen un ritmo estándar para el anime, es aceptable, pero… necesito algo nuevo. No puedo decir que no me gustan los personajes, hay algunos que se me hacen muy interesantes y quiero ver qué tienen para la segunda temporada, como Joker, Burns, Licht o el señor todopoderoso, Shinmon, cuya habilidad me parece muy curiosa, presenta unas creencias opuestas al resto y está bastante roto. Criticando lo que han explorado hasta ahora, en un inicio Arthur era algo gracioso, pero ya se me hace tan repetitivo que solo es un castroso. Maki no tiene nada interesante aún, pero, mentiéndonos en diseño ahora, le aplaudo que sea una mujer fuerte y de verdad tenga músculos; ya tuve suficiente con las mujeres con una fuerza abrumadora y bracitos más delgados que un alambre. Shinra, bueno, tiene un cambio drástico en sus metas, pero… en personalidad es más de lo mismo. Hibana es un chiste, por lo que comenté más arriba sobre los niveles de poder; un puñetazo y queda evangelizada y hasta enamorada, es que voy a ir a aplaudirle a Atsushi.



Ahora tomemos la relación de Iris y Hibana como la prueba de que echan a perder todo el dramatismo. O sea, yo estaba viendo el ending y estaba pensando en que iba a llorar como una desgraciada, pero no fue así. No me dieron suficiente tiempo para ver realmente el significado de todo lo que perdieron allí cruelmente, sentí un poquito de pena por todas esas muertes, pero nada más allá. Cruel que diga esto, pero ven arder todo el convento junto a las personas con las que pasaban su día a día y no da tanta sensación de pesadumbre. Y eso pasa casi con todas las situaciones de un carácter más triste, se desaprovecha bastante al no dedicarle el suficiente tiempo; no hay ni empatía ni cariño por aquellos que se fueron o por las relaciones que alguna vez tuvieron.


Pasemos a la ejecución del anime. Toma un ritmo demasiado lento, una tortura mayormente, hasta el capítulo 18; de ahí hasta el final, independientemente de su calidad, tengo admitir que lo disfruté mucho, consumiendo cada capítulo con más ganas que el anterior. Como dije al principio del blog, prima sobre todo el fanservice, las charlas poco interesantes y una comedia barata que hasta cuesta que saque una sonrisa, ya que, como guinda del pastel, es tremendamente repetitiva. Hartísima de Tamaki estoy, esperando con ganas y sin paciencia a que se vaya a su maldito escuadrón. Apenas hay unas cuantas escenas medio interesantes, como la cuestión de Rekka. La pelea estuvo buena, pero el fanservice entre medio porque sí le resta puntos. Aun así, tenemos también varios descubrimientos importantes, como lo son los insectos que convierten a la gente en infernales (ya no es tan espontánea la combustión) y la existencia de los señores de blanco y el Evangelista.


El misterio que manejan es lo que más salva el anime. Tiene una historia muy interesante, aunque todo parece que es porque sí, se nota que hay algo bastante chungo detrás y ese misticismo es lo que lo hace atrayente. Es algo así como los misterios de Shingeki no Kyojin, aunque menos serio y con más desechos por medio para malgastar el tiempo. Sobre esto no puedo hablar mucho porque sería meterme demasiado en la segunda temporada, la primera es más que nada descubrir dos cosas importantes antes de meterse de lleno en revelar verdades más destacables.



Como último punto, quisiera comentar otras cosas que no me terminan de convencer. A ratos Shinra me parece un personaje más inteligente que cualquier protagonista de shounen de peleas promedio, pero luego va y me sorprende siendo aún estúpido de lo normal. O sea, en ciertos momentos es prudente, sabe valorar qué es mejor para ellos y qué los deja en desventaja; pero luego tenemos la incursión en la habitación de Karim, teniente del que sospechaban de ser un infiltrado, y sin tener en cuenta el peligro que corrían y a lo que se estaban arriesgando si él de verdad era el malo de la historia, se meten él y Arthur en la habitación sin tener nada de cuidado. No es sorpresa que Karim los pillase con las manos en la masa... 


Seguimos con el hermano de Shinra, Shou. Un niño que, según la historia, debe tener a lo sumo catorce años, y… tiene el rango de comandante. Su habilidad es bastante increíble, no quiero adentrarme en cuestiones de si es científicamente posible parar el tiempo usando el fuego, pero bueno, aplaudamos la imaginación del autor por crear tantas habilidades diferentes y llamativas a partir de un solo elemento. Y bueno, lo mismo con Shinra llegando a la velocidad de la luz, dividiéndose en partículas, regresando al pasado (volver a estar completo, vaya) y no sé qué de crear un agujero negro. Al menos fue épico.


En definitiva, para no alargarme ya más, Fire Force es una obra que destaca sobre todo por su animación y por los misterios que envuelven al mundo tan original que el autor ha creado. Respecto a calidad general no encontramos nada excesivamente bueno, ya que su ritmo lento, sus personajes típicos que no aportan nada nuevo, su comedia pesada y su fanservice presente hasta en los momentos serios suponen puntos bastante negativos. Aunque muchas veces te haga preguntarte si de verdad merece la pena seguirlo, creo que descubrir la verdad sobre la combustión junto a sus personajes más interesantes (que son los que más atraídos están precisamente por esa verdad) con una bonita banda sonora de fondo y un gran trabajo hecho por todo el staff, incluyendo openings y todo efecto que da vida a este anime, será bastante disfrutable y valdrá para pasar un buen rato.

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